El seitán es con seguridad el alimento vegetal que más se parece a la carne, tanto por su textura como por su gusto, color, consistencia y versatilidad en la cocina. Esta particularidad supone además una ventaja para aquellos que estén iniciándose en un nuevo tipo de alimentación más natural y que pretenda dejar fuera los productos cárnicos, ya que el seitán aporta una gran cantiplat_seitan1.jpgdad de proteínas y su buena digestibilidad lo hace adecuado para todo tipo de personas, desde niños hasta ancianos y personas débiles.

El seitán es una proteína que se obtiene del trigo, más concretamente del gluten del trigo – la parte del grano más rica en vitaminas y minerales- que se consigue tras separar el almidón y el salvado. Posteriormente este gluten se cuece en un caldo de kombu (un alga), shoyu (un tipo de salsa de soja) y agua, enriqueciéndolo así en sales minerales y en lisina, uno de los aminoácidos esenciales.

Aunque en occidente es un alimento relativamente nuevo para muchas personas, el seitán fue desarrollado por cocineros budistas zen en China y en Japón y se ha empleado en la cocina oriental durante milenios como una rica fuente de proteínas vegetales ( el 24,7 % ). Además de su riqueza en proteínas es un alimento que crea fuerza y vitalidad, es muy reconstituyente y, debido a que es completamente natural, es de fácil digestión.

Se puede comprar ya preparado en las tiendas de productos naturales y herbolarios, donde lo encontraremos fresco o bien envasado al vacío en tarros de cristal. Para prepararlo simplemente lo sacaremos del recipiente y después de cortarlo en la forma deseada para la receta lo cocinaremos al gusto, bien sea salteado en la sartén, asado, frito, acompañando una sopa en pedazos pequeños… También podemos prepararlo nosotros mismos con harina de trigo y separando el gluten o bien comprando directamente el gluten, métodos que disponiendo de un poco de tiempo y ganas nos pueden dar así la satisfacción de comer un alimento hecho en casa.

Su uso es realmente variado, y se puede consumir ya sea acompañando platos de cereales, pasta, caldos, sopas y estofados o bien como filetes a la plancha, rebozados, fritos, asado, en parrilladas, estofado, con verduras o salsas como guarnición o bien con unas gotas de aceite de sésamo tostado, shoyu… ¡ Es sólo una cuestión de imaginación !