A la hora de construir una vivienda unifamiliar se puede invertir un ligero y gratuito esfuerzo de distribución que nos hará ahorrar muchísimo dinero en climatización artificial. Esto sólo se puede dar en una vivienda aislada (tipo chalet). Para viviendas entre medianeras habría que hacer unas modificaciones que cualquier arquitecto debería llevar a cabo fácilmente.

El secreto del bienestar está en orientar el salón o el lugar donde más horas vayamos a pasar de la casa hacia el sur. Necesitamos una buena cristalera, pero ¡ojo! acompañada siempre de un buen voladizo encima o una protección de lamas horizontales. Sin este elemento convertiríamos la casa en un auténtico horno y no queremos que nos pase eso, especialmente en verano, ¿no? El secreto está en que el voladizo deja pasar la radiación solar en invierno, ya que el sol se encuentra mucho más bajo que en los meses de verano. Para evitar el frío que entraría por conducción y convección es recomendable utilizar un cristal doble con cámara interior aislante (lo que popularmente se conoce como «climalit» -que es una marca comercial-).

Seguramente, los profanos en materia de soleamiento estarán pensando que en los meses de estío también entrará la radiación, pero esto no es así, ya que el sol está mucho más alto, los rayos caen mucho más perpendiculares al suelo y el voladizo impide que entren en la vivienda.

voladizo

La orientación norte da una luz muy difusa y blanca, que es óptima para situar un despacho, estudio o lugar de trabajo. Si no se dispone de estos, también podemos aprovechar para situar los baños. Pero, en realidad, la mejor de las opciones es la cocina, ya que con el calor de los fogones o encimera, horno, plancha o electrodomésticos (por h o por b, siempre hay alguno o más encendidos), nos evitaremos la utilización del calor artificial. En verano, es la orientación más fresca de la casa.

El este y el oeste ya es una elección más personal, pero es recomendable situar los dormitorios al este, ya que al oeste, en invierno la poca radiación solar que reciben, llega mucho antes de acostarnos y en verano recibe mucha radiación y prácticamente hasta la hora de irnos a la cama. Por el contrario, la luz del oeste es anaranjada y muy bonita, pero aquí estamos tratando de ahorrar energía…

Así que al oeste nos quedan los lugares donde menos tiempo se pasa de la casa: los cuartos de baño, aseo y, si no hemos colocado la cocina a norte, éste es su lugar.

Cuando vayáis a construiros una casa decidle al arquitecto que tenga en cuenta el soleamiento para ahorrar energía y seguro que él sabrá aconsejaros y os dirá más o menos lo que yo he escrito, pero si le veis despistadillo, remitidle a este artículo y saldréis ganando.

Nacho Llopis Cotanda
Arquitecto