ABORDAJE ORTOMOLECULAR DE LA INFERTILIDAD MASCULINA Y FEMENINA

Recomendaciones generales

El consumo de tabaco puede afectar tanto a la fertilidad masculina como femenina.

El consumo de cafeína produce estrés sobre las cápsulas suprarrenales y sus consecuencias pueden ser graves ya que, aunque en menor medida éstas secretan también estrógenos, y esta producción es clínicamente significativa cuando nos encontramos con un ovario poliquístico o poco funcional. Además, la cafeína reduce en sangre los niveles de prolactina, y si consideramos que el embarazo cursa con hiperprolactinemia, el uso del café estará totalmente contraindicado si se pretende un embarazo.

Evitar el alcohol, porque aunque sea un uso moderado, está relacionado con un mayor riesgo de infertilidad. En el caso del hombre, aumenta el deseo sexual pero inhibe la capacidad para llevarlo a cabo, además, puede alterar las células encargadas de biosintetizar hormonas en androgénicas.
Evitar el aumento y la pérdida excesiva de peso
, ambas situaciones pueden comprometer la fecundación.
El consumo excesivo de grasas
puede provocar alteraciones en la función endocrina, además de afectar, en el caso del varón, a la función eréctil.
Es necesario evitar el desequilibrio nutricional ya que son multitud de sustancias las que participan en la función reproductiva, tanto de forma directa como indirecta.
El consumo excesivo de grasas saturadas, además de ser perjudicial, puede alterar los ciclos menstruales.
Los lácteos y las carnes rojas pueden contener restos de hormonas que pueden afectar a la función reproductiva.
Evitar las radiaciones electromagnéticas.
Evitar los plaguicidas y pesticidas.
El ejercicio físico extremo no es nada recomendable en las mujeres.
Una buena higiene y equilibrio del sueño es muy adecuado.

ALIMENTOS ADECUADOS EN CASOS DE INFERTILIDAD MASCULINA Y FEMENINA
FIBRA: un consumo adecuado de fibra mejora los casos de estreñimiento y como consecuencia mejora la salud de la zona genital.
VEGETALES DE HOJA VERDE OSCURA Y AMARILLOS Y ANARANJADOS: por su riqueza en vitamina A son protectores celulares y antioxidantes.
CEREALES INTEGRALES Y FRUTOS SECOS: son ricos en vitamina E y AGE, sustancias indispensables para el equilibrio hormonal.
FRUTAS Y HORTALIZAS: son ricas en flavonoides, un fitoquímico que previene las irregularidades del ciclo menstrual.
FRUTOS SECOS, LEGUMBRES, SÉSAMO: contienen cantidades importantes de cinc, una sustancia necesaria para el desarrollo y la función del sistema reproductor.
FRUTOS SECOS, ACEITES DE SEMILLAS: Ricos en AGE. Sustancias necesarias para la biosíntesis de las hormonas.

ÑAME, SOJA Y DERIVADOS: contienen isoflavonas que tienen la capacidad de actuar como reguladores del ciclo menstrual.

COMPLEMENTACIÓN EN CASOS DE INFERTILIDAD MASCULINA Y FEMENINA

ÁCIDO FÓLICO: Su deficiencia puede ser motivo de infertilidad tanto en el hombre como en la mujer. Además, en el caso del hombre podría ser responsable de la regulación en el número y movilidad de los espermatozoides.

VITAMINA C: la utilización de esta vitamina mejora la movilidad de los espermatozoides. Favorece la desintoxicación de algunos metales pesados como el plomo y el cadmio, lo que influye cuantitativa y cualitativamente en el semen y en la función gonadal. En forma de ácido ascórbico, puede proteger contra el daño oxidativo endógeno del ADN del esperma.

VITAMINA B6: Mejora en general la fertilidad femenina. Por otra parte, la producción de GnRH es estimulada por la norepinefrina e inhibida por las endorfinas, la dopamina y el stress, y la vitamina B6 esta presente en la transformación de algunos aminoácidos en determinados neurotransmisores, como la serotonina, histamina, noradenalina o la dopamina. Actúa como modulador de las hormonas esteroideas.

VITAMINA B12: Es eficaz en los casos de oligospermia.

VITAMINA E: Es fundamental para la función gonadal, mejora la movilidad de los espermatozoides, es eficaz como preventivo de los abortos y evita la peroxidación lipídica del esperma.

SELENIO: Este mineral está directamente asociado a la función reproductiva masculina, participa en la secreción de testosterona, mejora la movilidad y la cantidad de esperma, sobre todo cuando va asociado a la vitamina E. En las mujeres su déficit se puede asociar a mayor probabilidad de abortos y a infertilidad.

VITAMINA A Y CAROTENOS: tiene una importante actividad sobre las gónadas.

OCTACOSANOL: el octacosanol contenido en el germen de trigo mejora la función hormonal que participa en la reproducción.

ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES: son responsables de la producción de prostaglandinas que participan en la biosíntesis de hormonas esteroideas y mediadoras de la transmisión del mensaje que las hormonas, como la LH y la TSH producen sobre las células diana.

COENZIMA Q-10: Tiene dos funciones fundamentales, por un lado la de proporcionar energía para el movimiento espermático, y por otro, actuar como antioxidante, protegiendo de la oxidación a la membrana lipídica de los espermatozoides.

ZINC: la cantidad y movilidad de los espermas está directamente relacionada con los niveles de esta sustancia, las cifras de testoterona también dependen de los noveles de zinc. Además, es fundamental para la función prostática.

L-ARGININA: es necesaria para facilitar la motilidad de los espermatozoides ya que es precursor del óxido nítrico, una sustancia necesaria para esta función y para tratar la disfunción eréctil.

Este aminoácido es precursor de poliaminas como la putrescina, espermidina y espermina, que además de participar en el crecimiento y diferenciación celular, están relacionados con movilidad de los espermatozoides.

En los casos de fecundación in Vitro la utilización de arginina ha mostrado eficacia para mejorar la respuesta ovárica y la receptividad del endometrio.

L-CARNITINA: son responsables de la energía de los espermatozoides.

NAC (N-acetilcisteína): esta sustancia es precursora del glutatión, y éste actúa proporcionando una defensa antioxidante específica sobre la función gonadal masculina.

PABA: mejora la función estrogenaria.

HIERRO: unos niveles bajos de este mineral podrían estar asociados a la infertilidad femenina.

ACETIL-L-CARNITINA: se utiliza con éxito en el tratamiento de la impotencia masculina, y también se ha utilizado en el tratamiento de las amenorreas de origen hipatalamo-hipofisario.

L-METIONINA: el hiperestrogenismo puede obedecer a una inadecuada función hepática, y la metionina, por su actividad lipotrópica sobre el hígado es crucial para facilitar su eliminación.

L-TIROSINA: participa en el restablecimiento de la función eréctil.

PROBIÓTICOS: una vez han sido utilizados los estrógenos, éstos pasan al hígado convirtiéndose en un elemento inactivo y que será eliminado por la vesícula biliar al intestino, allí en presencia de una flora biológicamente activa y equilibrada, lo atrapará para su eliminación definitiva, esto se produce gracias a las bifidobacterias que inhiben una enzima que estimularía la reactivación del estrógeno, de ahí la importancia de los probióticos.

FITOESTRÓGENOS: algunas plantas tienen actividad pro-estrogénica y por tanto, en casos específicos, pueden servir como agentes reguladores de las disfunciones del estrógeno y la progesterona.

ISOFLAVONAS (genisteina y daidzina): En el caso que nos ocupa actuarían como modulador estrogénico bloqueando el receptor de los estrógenos.

L-ORNITINA: es un aminoácido no esencial, que se constituye como tal a partir del ciclo de la urea, en el caso que nos ocupa su influencia es decisiva en el aumento del recuento espermático.

Tanto el tratamiento a seguir como las dosis a prescribir son trabajo de un especialista de la salud, y en ningún modo este artículo puede ser utilizado como tratamiento específico, tan solo sirve como elemento orientativo e ilustrativo para tratar algunas alteraciones de la salud.

Información del artículo facilitada por : Sociedad Española de Nutrición Ortomolecular