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  Además de la tala de árboles, el reciclado del papel disminuye el consumo de agua en un 86% y el de energía en un 65%. Por cada folio de tamaño normal (DIN A4) que se recicle, se ahorra la energía equivalente al funcionamiento, durante una hora, de dos bombillas de bajo consumo de 20w, que dan la misma luz que dos bombillas incandescentes de 100W. Eso sí, recuerda siempre que los papeles manchados de grasa, aceites o cualquier sustancia similar NO se pueden reciclar. Si la superficie es pequeña, elimínala antes de reciclar el resto del papel, pero si la superficie es demasiado grande, mala noticia: habrá que tirarlo junto al resto de residuos no reciclables. Además hay que tener en cuenta que hay tipos de papel que tampoco se pueden reciclar: los plastificados, los adhesivos, los encerados, los de fax y los autocopiativos.