El Muro Trombe nace en los años sesenta de la idea del ingeniero francés del mismo nombre. Se basa en los conceptos de la radiación solar, la inercia térmica y la diferencia de densidad (y por tanto, de peso) entre el aire frío y el caliente. Es un sistema que mantiene la vivienda o cualquier espacio habitable dentro de unos parámetros de temperatura agradable.
Se compone de las siguientes partes:
1.Un muro interior de gran inercia térmica, como puede ser de piedra o adobe pintado de negro, o también que «refleje» el calor, como puede ser una lámina metálica, pero en todo caso, siempre protegida con un aislante al interior.
2.Una lámina de vidrio lo más espesa posible; mejor si es triple o doble con cámara interior del comúnmente conocido como «climalit» (que es una marca comercial).
3.Un alero superior que proteja el espacio interior para que no caiga ningún cuerpo extraño entre el muro interior y la lámina de vidrio.
4.Un espacio delimitado por estos últimos que debido a la radiación solar y la aportación del muro siempre tendrá una temperatura mucho mayor que la exterior y la interior. Ésta es la clave del funcionamiento del muro Trombe.
5.Cuatro orificios con sus respectivas compuertas; dos superiores (interior y exterior) y dos inferiores (interior y exterior).
En los meses fríos, la temperatura del aire exterior es muy baja. Para empezar a acondicionar un espacio interior hay que abrir la portezuela superior interior y la inferior exterior para que el aire frío exterior entre en la cámara llena de aire muy caliente por la radiación solar. Este aire frío empujará al caliente de la cámara hacia adentro haciendo que suba rápidamente la temperatura interior.
Cuando haya acabado este choque de calor empezará a entrar aire frío, con lo que hay que cerrar la compuerta inferior externa y abrir la interna. A partir de ese momento ocurrirá lo siguiente: El aire frío de dentro de la estancia pesa más que el caliente y bajará. En cuanto se haya vuelto a calentar el aire de la cámara, éste, tendrá mucha menos densidad que el frío, así que el frío entrará por la compuerta en la cámara y empujará al aire caliente de ésta (más ligero) hacia arriba, con lo que entrará por la portezuela a la estancia. De esta forma, el muro Trombe succionará aire frío de la vivienda y devolverá aire caliente.
En los meses calurosos, por mucha temperatura que haya en la vivienda, en la cámara del muro Trombe siempre habrá mucha más, ya que recibe directamente los rayos del sol. Luego si cerramos la compuerta superior interna y dejamos abiertas las dos inferiores el aire caliente (y como ya hemos dicho, ligero) subirá para salir por la compuerta superior succionando el aire caliente interior de la vivienda. Si además tenemos alguna ventana orientada hacia el norte, acelerará la ventilación cruzada y hará que por esta ventana entre aire mucho más fresco del norte a la sombra de la vivienda.
Una vez la vivienda se encuentra a una temperatura agradable, debemos cerrar las portezuelas interiores, manteniendo abiertas las exteriores, de forma que la cámara se airee y se refresque, y no se acumule el aire caliente volviéndose contra nosotros. De todos modos, y para reforzar esta idea el muro acumulador de calor está recubierto de un aislante por la parte interior.
Juan Ignacio Llopis Cotanda
Arquitecto Superior