Ingredientes: 1 taza de quinoa, ½ lechuga de roble rojo, ½ escarola, 1 cebolla grande, ½ pimiento rojo, ¾ de taza de lentejas ya cocidas, 4 cucharadas de chucrut blanco (pueden ser 2 de chucrut blanco y dos de chucrut rojo), 2 cucharadas de sésamo. Para la salsa: 150 ml de nata de avena, 1 y ½ cucharadas de vinagre de arroz (podría servir también el de manzana), ½ cucharadita de mostaza, ½ cucharadita rasa de sal marina, 5 ramas de perejil muy picado.
Preparación: lavar la quinoa en un colador y ponerla a cocer en una cazuela pequeña con casi el doble de su volumen de agua durante 12-15’. Al final de la cocción dejar reposar tapado al menos 5’. Cortar la cebolla en cuadritos muy pequeños y poner a remojo en un bol con agua bastante salada (como si fuera agua de mar) durante al menos 30’. Picar el pimiento en trocitos pequeños y cortar la lechuga y la escarola. Lavar las semillas de sésamo en un colador y ponerlas a tostar en una sartén caliente, a fuego alto y sin aceite, sin dejar de remover durante unos minutos, hasta que las semillas empiecen a saltar. Cuando estén tostadas sacar de la sartén y ponerlas en otro recipiente espolvoreándolas con una pizquita de sal. Para la salsa pasar todos los ingredientes por la batidora incorporando un poco de agua si fuese necesario para hacer que la salsa emulsione algo más o rectificando algún ingrediente. Cuando esté todo preparado mezclar en una ensaladera la quinoa, la cebolla escurrida, el pimiento, las lentejas, el chucrut, la lechuga, la escarola y el sésamo y añadir el aliño al gusto